Creo que la tecnología nos esta convirtiendo en unos maleducados y digo “nos” porque es difícil resistir la tentación. Primero es la distracción. Parecería que nadie presta atención por más de un minuto si tiene un teléfono inteligente en la vecindad. Estás hablando con alguien y ¡Pam! introducen la mano en su bolsillo o bolso, sacan su teléfono mientras pretenden que te escuchan y comienzan a chequear su teléfono por mensajes, textos o quién sabe. ¿Cuándo fue que nos volvimos tan dependientes de la tecnología? ¿Será esto urgencia de no perderse nada o sencilalmente mala educación?
Compartir en un grupo se está volviendo también un desafío. Puede que estemos en la misma habitación pero todo el mundo está jugando con sus teléfonos y nadie está teniendo una conversación real. Tenemos la obligación de enseñarle a las nuevas generaciones que no es adecuado estar enviando textos en la mesa cuando se comparte con la familia, que hay que prestarle atención a las personas cuando te están hablando y que las relaciones no son desechables.
Estamos también perdiendo la etiqueta y los modales con las comunicaciones electrónicas. Al parecer, como abundan tanto y son tan fáciles e instantáneas, nos estamos volviendo unos maleducados en esta área también. En varias ocasiones, hay personas que han solicitado ayuda o información y cuando se la envío, no dan ni las gracias. ¿Qué trabajo cuesta?
Si tienes un pequeño negocio me imagino que esto te haya ocurrido. Un amigo que tiene una compañía de consultoría fue contactado en varias ocasiones por distintas compañías pidiendo propuestas de negocios. Estas propuestas llevan tiempo en elaborar debido a que tienen que ser adaptadas específicamente a los requerimientos y al cliente. Al enviar las propuestas por correo electrónico, las personas que le pidieron su ayuda, sencillamente ni siquiera le respondieron. Esto no quiere decir que estén obligados a hacer negocios pero, lo menos que pueden hacer, es responder y decir que lo recibieron. Si fueran educados, considerarían que esta persona tomó de su tiempo para crear esta propuesta y si las condiciones no son satisfactorias, comunicarlo y decir que no fueron seleccionados, etc. Lo que me trae a mi próximo punto… el “No”.
Nadie quiere dar una respuesta incómoda o negativa y en su lugar, escogen ignorar a las personas. ¿Nos estamos convirtiendo en cobardes tecnológicos?
Por otro lado, me parece que las redes sociales también están contribuyendo a esta falta de tacto colectivo. Hace unos días, una persona que no conozco envió un tweet ofensivo a un compañero de trabajo y me copió a mi. Esto me pareció una completa falta de educación y es obvio que antes de tener acceso directo al mundo a través de las redes sociales las opiniones de estas personas se quedaban entre amigos pero ahora son muy y tal vez demasiado públicas.
Yo creo que como dice el viejo refrán, la educación viene desde la cuna y las personas educadas y consideradas lo serán sin importar el medio que están utilizando pero al ver las interacciones de las nuevas generaciones conectadas me pregunto si hay que crear nuevas clases de educación formal electrónica. Después de todo, esto es lo que puede salvar a las futuras sociedades de convertirse en autómatas solitarios. Al final, me parece que las personas maleducadas son las que actúan de esta manera con o sin tecnología.
¿Qué opinas sobre la malaeducación tecnológica? ¿Qué crees que podemos hacer para evitarla?
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