Hace un par de semanas, en una corte de apelación en Washington D.C. la Agencia Federal de Comunicaciones perdió un caso en contra de Verizon y se eliminó la ley de la neutralidad del internet. ¿Por qué es importante la neutralidad del internet?
Te voy a explicar con un ejemplo. Las compañías de cable tienen un modelo de negocios en el que pagas según los canales que tienes. Por ejemplo, el paquete básico que incluye ciertos canales es más barato que los paquetes que incluyen programación de deportes, canales de películas y hasta canales en español. Estos paquetes comienzan a precios asequibles en muchos casos pero cuando escoges las distintas opciones, puedes terminar pagando fácilmente más de cien dólares al mes. Lo mismo puede pasar con el internet.
Nos conectamos al internet a través de cables que son provistos por las compañías de teléfonos o de cable. En el caso de las compañías de cable, le tienen miedo al éxodo de personas que se cansaron de pagar por las opciones extra y ahora usan el internet para ver lo que quieren, cuando quieren. Las compañías de teléfono no se quedan atrás, extrañan los días en los que pagábamos tarifas desorbitantes por hacer llamadas de larga distancia porque ahora utilizamos el internet.
Los proveedores de internet estaban obligados bajo las leyes de neutralidad a tratar todo el tráfico igualmente ya sea un sitio web de un negocio pequeño o el de un conglomerado de noticias. Esto puede cambiar drásticamente.
Al perder la neutralidad, los proveedores de internet pueden comenzar a cambiar los paquetes de acceso y comenzar a cobrar por dar tráfico preferencial a sitios como Netflix, Amazon o Google. Estos sitios, pueden llegar a arreglos y aunque no van a estar contentos con los pagos, pueden hacerlos. ¿Qué pasa entonces con los sitios pequeños?
Había una vez en el 1994, Amazon.com era un sitio desconocido que vendía libros. Aparte de la astucia de su fundador y buenas estrategias de negocios, este sitio podría haber sido eliminado del mapa si hubiera tenido que pagar por tráfico preferencial para poder acceder a sus compradores.
¿Pero… si estas compañías se gastaron el dinero creando la infraestructura, por qué no pueden monetizarlas como quieren? En muchos casos, estas compañías son proveedores exclusivos para una región y las personas en ese territorio no tienen otra opción. Son básicamente monopolios que controlan el acceso a la conectividad.
El miedo es que también quieran controlar el acceso a los sitios que visitamos y convertirse en censores cuando algo no les conviene o está en contra de sus intereses. Por ejemplo, podrían cobrar más caro si quieres ver TV a través del Internet porque no le compraste su servicio o sencillamente hacer que los sitios que no están en su lista de clientes sean más lentos.
La neutralidad del internet es fundamental para el desarrollo y la innovación y no debe ponerse en manos de compañías privadas que pueden censurar, cobrar y bloquear el acceso a su conveniencia.
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