La neutralidad del Internet es un privilegio que no apreciaremos hasta que no lo perdamos. Hay mucha confusión sobre este tema y por eso, me gustaría utilizar un ejemplo sencillo para poder explicarlo lo más fácilmente posible. Voy a comparar el Internet con tu compañía de agua. ¿Porque esta comparación? Ahora te explico.
La compañía del agua es lo que se le llama una compañía de servicios básicos o utility, que es básicamente una compañía que provee servicios esenciales para los domicilios y negocios como son el teléfono y la electricidad. La compañía del agua no está interesada si te bañas todos los días o que marca de ducha utilizas, ellos te van a cobrar por la cantidad de agua que gastaste y listo. ¿Qué tiene que ver esto con la neutralidad del internet? Es más parecido de lo que te imaginas.
¿Que es la neutralidad del Internet? Muy fácil. La neutralidad del Internet es la habilidad que tienes como consumidor de ver el contenido que quieras, de donde quieras, sin encontrar obstáculos creados por las compañías proveedoras de conexión. ¿Qué obstáculos? Por ejemplo, si quieres ver una película en Netflix, tu proveedor de cable e internet podría cobrarles a Netflix por que su película pase sin problemas a través de su red y si Netflix no paga por el acceso preferencial, tú como consumidor, no puedes ver la película. Básicamente los proveedores del Internet se convierten en policías del contenido que consumes y pueden determinar si lo que estás viendo pertenece a su competencia y sencillamente bloquearlo. ¿Cómo es que funciona ahora?
Las compañías proveedoras del Internet te venden distintos niveles de velocidad de conexión y más allá de eso, no pueden inmiscuirse en lo que pasa por su red. Si deseas dejar de utilizar el cable tradicional para ver televisión solamente a través del Internet, no hay nada que puedan hacer.
Mantener la neutralidad del Internet es fundamental para continuar desarrollándonos y para que los pequeños negocios puedas seguir compitiendo con las grandes compañías. Hoy en día, es posible para cualquier compañía pequeña el poder llegarle a todo el público conectado sin tener que pagar tarifas especiales. Perder este privilegio puede costarnos muy caro al ponerle más difícil la situación a los futuros Facebooks y Googles.
¿Cómo te afecta a ti como individuo? Si el Presidente Obama no puede convencer a la Comisión Federal de Comunicaciones que ponga estas regulaciones en pié, en los próximos meses y años tu capacidad de acceder el Internet libremente puede ser seriamente limitada.
Al final, la regulación que propone el Presidente es para mantener las cosas como han estado desde el principio del Internet y para evitar que los monopolios regionales de las compañías de cable o conectividad no empiecen a inventar maneras nuevas de sacarte más dinero por el mismo servicio que ya tienes hoy. Después de todo, si la Internet no está rota, no podemos dejar que la quiebren.
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