Facebook, la popular red social, realizó su oferta pública inicial el pasado viernes y con esto se convirtió en una de las compañías más ricas del mundo. Las noticias no han dejado de cubrir este suceso. Se ven las fotos y videos de Mark Zuckerberg en su atuendo informal tradicional usando playeras o abrigos con gorritos, se ven las imágenes y gráficas de todo el dinero que van a ganar los fundadores e inversionistas iniciales y especialmente su fundador. Después de todo este ajetreo, me pregunto… ¿Qué ha logrado Facebook en realidad?
Facebook esencialmente ha convencido a una quinta parte del planeta que se registre en su sitio, que las personas provean la información de donde viven, a qué se dedican, quienes son sus amigos, en qué trabajan, sus creencias religiosas, sus ideologías políticas, sus fotos, los lugares que visitan, su estado civil, las compañías, sitios, marcas, personas y actividades que les gustan…ya me cansé…¿sigo nombrando?
A cambio de esto, Facebook les provee una plataforma gratuita que les ayuda a conectase y mantenerse “al tanto” de todas estas personas, desde amigos de la escuela, hasta familiares lejanos de los cuales no te interesa saber tanto. También provee jueguitos y aplicaciones sociales con las que pueden interactuar y aquí viene la mejor parte… utilizan toda esta información de sus preferencias y las de sus amigos para crear anuncios personalizados que se suponen que te puedan influenciar mejor. Todo esto está hecho de una manera tal que la interacción en el sitio se ha vuelto adictiva para muchas personas que entran al sitio varias veces al día para ver que está aconteciendo en “su mundo”.
Por su parte, Facebook tiene un algoritmo interno llamado Edge Rank que determina las interacciones que aparecen en tu “timeline” o línea de tiempo. Por ejemplo, si hay algún amigo que hace tiempo no vez en Facebook puede ser porque este algoritmo determinó que no eran muy cercanos y que no te interesaban mucho las interacciones con esta persona. ¿Te pidieron permiso para hacer esto?
Estas fiebres temporales me recuerdan los tiempos de América Online (AOL) donde se pagaba por subscripciones para acceder a su red cerrada y separada del Internet. Hoy en día la historia se repite, por falta de una opción más adictiva, nos conectamos con Facebook y compartimos nuestros detalles más íntimos y nos socializamos de esta manera extraña al comentar sobre las hazañas y hechos de la vida diaria de otras personas y haciendo clic en el botoncito de “Me gusta”.
Cierro los ojos y me viene a la mente una imagen del Dr. Malvado, el personaje de la película Austin Powers, llevándose el dedo meñique a la esquina de su boca y jactándose de esta creación. También me recuerdo a la película La Matriz donde los humanos existían viviendo en un mundo de fantasía creado por las computadoras pero sus vidas reales eran encerrados en un capullo. El efecto de Facebook en la sociedad está por determinarse pero por ahora dirijo mi dedo pulgar hacia abajo como hacían los emperadores romanos y digo… No me gusta.
nelyandradez says
mmm, viajar a través del tiempo, me suena a ciencia ficción, pero bueno…